Concurso Metro Moscú

Ubicada en la intersección de dos realidades opuestas: por un lado el parque Kolomenskoye con la naturaleza como protagonista y sus preciadas obras arquitectónicas y por otro las grandes torres residenciales de los Bloques de la Unión Soviética, la nueva estación se inserta en una zona llena de potencial y posibilidades, convirtiéndose en un hito.

Una mínima intervención, un gesto delicado pero con impacto visual en el entorno urbano. Cada una de estas estructuras es una pieza delicada, sutil pero icónica y con una forma pura y simple.
Los pabellones son cubiertos por una “capa” y de ella emerge un volumen vidriado enfatizando la idea de ligereza, una piel transparente que permite la conexión con el interior.

La continuidad del espacio desde los pabellones hasta el andén se hace evidente una vez que se ha visto toda la estación. Cada una de las áreas tiene su propia calidad pero el conjunto se percibe como un espacio único.
La plataforma se concibe como un sencillo espacio que sirve de soporte y en donde lo protagónico es la función del mismo: esperar y utilizar el metro.